Entrevistas

Mónica González, Premio Nacional de Periodismo: “El periodismo tiene que hacer dolor a quien sea”

La destacada periodista y escritora se presentará en la inauguración oficial de la Feria del Libro de La Serena el 11 de abril

Se trata de una de las visitas más relevantes a la cita literaria serenense. Hablamos de Mónica González, destacada periodista conocida por un estilo punzante, directo y siempre comprometido con la verdad sin abanderarse con ningún sector político. Fue galardonada con el Premio Nacional de Periodismo en 2019. La Ex directora de CIPER (2007-2019) fundó y dirigió la revista Siete+7 y el Diario Siete. Fue subdirectora y editora de investigación del diario La Nación, subdirectora de revista Cosas y reportera de investigación en las revistas Cauce y Análisis. En sus inicios trabajó en el diario El Siglo y en la revista Ahora. Corresponsal en Chile para el diario argentino Clarín (desde 1995). Es autora de los libros Bomba en una calle de Palermo (1986), junto a Edwin Harrington; Los secretos del Comando Conjunto (1989), con Héctor Contreras; Chile entre el Sí y el No (1988), junto a Florencia Varas; y La Conjura. Los mil y un días del golpe (2000). Junto a Patricia Verdugo y Ricardo García, autora de la historia sonora de 1973 “Entre el dolor y la esperanza”. Ha recibido el premio “The Louis M. Lyons Award for Conscience and Integrity in Journalism”, de la U. de Harvard (1988), el Premio Anual de la Comisión de Derechos Humanos de España (1985), el premio María Moors Cabot de la U. de Columbia (2001), el premio Dan David de la U. de Tel Aviv (2006), el premio “Homenaje” de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (2006) y el premio Periodismo de Excelencia al mejor reportaje de 2008 que entrega la Universidad Alberto Hurtado de Chile (con Cristóbal Peña y Francisca Skoknic). En 2010 recibe el Premio Mundial Unesco-Guillermo Cano de la Libertad de Prensa.

La escritora será quien, junto al alcalde de La Serena Roberto Jacob, dé por inaugurada de manera oficial esta nueva versión del evento literario más importante de la región el próximo 11 de abril. El evento es financiado por el Fondo del Libro Convocatoria 2021 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y es producido íntegramente por la Municipalidad de La Serena. El lema de este año es “Leer es sanar. Profesora Oriana Mondaca”, en homenaje a la recientemente fallecida docente y escritora.

En entrevista exclusiva, Mónica González repasa su carrera y nos habla de periodismo entre otras importantes materias.

¿Qué referencia tiene de la Feria del Libro de La Serena?

“He ido como dos veces. Ha cambiado, hace rato que no voy, y por eso quiero ir porque a mí me gusta mucho el contacto con la gente que va a una feria del libro. Es un público que está ávido de saber, de conocer, de reflexionar, de cuestionar y de escuchar”.

¿Qué nos puede adelantar de su participación en la feria?

“Estamos pasando por un momento que no estamos digiriendo bien, y quizás esta sea la mayor encrucijada de la crisis que hemos vivido, para mi generación y para las que vienen. Creo que ni siquiera la dictadura fue tan dramática para nosotros, porque estamos frente al reordenamiento del orden mundial donde la crisis de democracia es profunda, que para mi gusto tiene amenazas que no estamos mirando, no estamos viendo que los Estados están sobrepasados. El poder real lo tienen las multinacionales, las grandes fortunas, que, por supuesto, tienen rostro a veces ni siquiera conocido y que trasladan sus utilidades a paraísos fiscales, y sus operaciones las hacen en otros países, no pagan los impuestos que corresponden y manejan el poder. O sea, ¿cómo se explica que recién ahora entendemos que no teníamos un sistema previsional de verdad? Nunca los chilenos, desde la dictadura y después de 32 años de democracia, hemos tenido seguridad social, pero ahora se reconoce todos los ámbitos, ¿por qué no se cambió en 32 años de democracia? Hubo cooptación, es lo único que lo explica. Esa cooptación se da para distintos ámbitos, como el precio de medicinas, productos farmacéuticos, precio de la luz que pagamos, del gas que pagamos, beneficios obscenos como los que gozan los camioneros del costo de la bencina, que nos impide tener un ferrocarril. Y lo otro es la amenaza a nuestra democracia por las mafias y crimen organizado que manejan más dinero que nadie”

¿Qué opina sobre el periodismo de investigación que se realiza en Chile considerando que muchos medios se han sumado dando una visión alternativa al “periodismo oficial”?

“Hay que desalojar de nuestro de nuestro vocabulario de periodista la palabra alternativo. Ese es un término que nos impusieron desde los que manejan el sistema a su antojo para sus intereses. Porque lo que hacemos periodismo de investigación estamos aquí, adentro, no estamos con un arma en la mano, no estamos contra el sistema, estamos con un sistema que favorezca a todos, que nos beneficie a todos. No somos alternativos. Hemos peleado duramente por tener un país y una patria para todos, y el periodismo de investigación está muy vivo en Chile, pero también hay que decirlo, es gracias al sacrificio de los periodistas. Se hacen largas y extenuantes jornadas de trabajo que no nos paga nadie, pero, ¿sabes cuál es la satisfacción?, es que la gente sepa, mire, cuestione, fiscalice. Si no hay fiscalización, si no hay interpelación, estamos condenados a que nos manejen las grandes transnacionales, y el dinero, en este tránsito obsceno entre la política y la empresa”

¿Cómo observa usted desde afuera el desarrollo de la Convención Constitucional Sabiendo que últimamente han salido unas portadas que podrían confundir a la gente?

“No soy comentarista. Sigo atentamente la Convención, veo los borradores y lo que está en el borrador, no lo que se discute en la Convención. Porque si me dedicara a comentar todas las estupideces que se dicen, como por ejemplo una acusación a la ministra Izkia Siches, no estoy defendiendo al Gobierno por ningún motivo, soy periodista y sea cual sea el Gobierno que esté al frente, pero porque llevó al marido a la Araucanía. Está amamantando, tiene una guagüita de meses, ¿qué quieren, que lleve una empleada doméstica?, ¿que lleve una niñera?, ¿eso les gustaría?, entonces hay cada brutalidad que se discute. Cuando veo las discusiones de la Cámara me tomo la cabeza a dos manos. Tampoco voy a discutir lo de la Convención. Sigo el borrador y espero que, en algún momento, luego, porque ya entramos al área chica, desde la Convención, que yo creo que en comunicaciones no lo han hecho muy bien, empiecen a sacar los borradores que ya están listos, aunque falta la comisión de armonización de todo el texto, pero para que entendamos qué es lo que está quedando, negro sobre blanco, a partir de una hoja en blanco. Esto es demasiado importante, entonces, discúlpame colega, no soy comentarista”.

¿Cómo fue la experiencia del reportaje que usted escribió para la revista Cause en 1984 y que impidió que la familia Pinochet Hiriart habitara una millonaria mansión en Lo Curro con recursos fiscales y cómo fue ser periodista en dictadura?

“Se hacía no más pues, colega, era lo que había que hacer. Yo no soy ninguna heroína. Creo que los héroes, los familiares de los detenidos desaparecidos, los detenidos desaparecidos, toda la gente que dio la vida porque nosotros hoy día gocemos de libertad y también de cierta paz, porque si los familiares de los detenidos desaparecidos hubieran cobrado venganza, no tendríamos la paz que tenemos hoy día. Cuando se habla del asesinato del senador Jaime Guzmán, que yo condeno, me encantaría que habláramos de Carlos Lorca, diputado asesinado brutalmente. Su último rastro se pierde en Colonia Dignidad. Del diputado Atencio. Nosotros tenemos parlamentarios que fueron brutalmente asesinados, pero no se les recuerda, y también jóvenes, que fueron mis amigos, que nunca empuñaron un arma, y que su único pecado fue querer cambiar el rostro de miseria que está ahí, entonces, cuando miro ese trabajo, uno lo hacía para denunciar la corrupción que había en el régimen del general Pinochet, porque había mucha corrupción, de hecho ahí están los 23 millones de dólares que tenía, no sólo en el Banco Riggs, lo que se descubrió en Chile. Privatizaciones que se hicieron, minas que se vendieron. No hemos hecho ese libro con la historia del mayor despojo, del mayor robo que se hizo con nuestro patrimonio y creo que en algún momento va a haber que hacerlo. Cuando yo hice eso no pensé, no sabía que tenía sus cajas listas para irse. Ese reportaje salió entre el 15 y 17 de enero y se cambiaban en 3 o 4 días más, y no se pudo cambiar, y quedó como un monumento del derroche de un dictador que quiso perforar para siempre, tenía su tumba, su mausoleo. Gastó en tiempos de crisis brutales en que las niñitas se prostituían en las esquinas, con un 30% de cesantía. Una cantidad de dinero que uno dice ¿en qué mundo vivían? Mientras, además, desaparecía gente casi todos los días en muchos lugares de Chile, y también en La Serena. Hubo trabajadores que tuvieron la valentía para contarme lo que estaban construyendo, arquitectos que tuvieron el coraje, funcionarios del Ministerio de Vivienda que tuvieron mucho coraje y yo sólo fui la punta de una cadena que son para mí los ríos a los que siempre he pertenecido”

¿Qué consejo les daría a los jóvenes que están recién comenzando en el periodismo o los que lo estudiarán?  

“Primero debo agradecerles por la invitación. Para mí es un privilegio poder llegar allá. Decirles que me encantaría que recordáramos a Pepe Gai, que fue mi compañero de periodismo, una generación que sigue muy viva, y que era brillante, uno de los mejores periodistas y que está muy olvidado y nació en La Serena, entonces me encantaría que pudieran hacerlo vivir, y también hacer vivir a Mario Planet, que también tiene su raíces ahí, y que fue principal director de la Escuela de Periodismo, creador de ella, y uno de los corresponsales de guerra más importantes que hubo en Chile. Pero lo segundo decirles que yo no doy consejos, sólo sé que me encanta esta juventud. Siento que tiene convicción de hacer buen periodismo, que se diferencia del periodismo que pagan para mentir, para desinformar, o aquel que informa sólo de los colores que son los tuyos, y no cuentas nada malo de ellos. No, el periodismos tiene que hacer dolor a quien sea porque hoy día estamos viviendo una época en que nunca los ciudadanos han necesitado más que un buen periodismo. La corrupción, la desigualdad, mata, asesina, el periodismo da vida” 

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