Cerati: Decir Adiós es Crecer
Por: Juan Pinto Contreras; Ingeniero Constructor
Se ha ido Cerati. Viva su música y sus creaciones. Hemos de tener en cuanta eso, ya que cada vez que se va alguien como él comienzan los recuentos, ensalzamientos y divinidades varias acerca del ya ídolo, leyenda o casi santo. Viva su música.
Hemos de considerar que aquello es lo más importante nada más ni nada menos. Cerati siendo un ídolo se convirtió en un semidios al más puro estilo argentino, de esos que los trasandinos saben crear y necesitar cada cierto tiempo; afírmate Maradona; afírmate Gardel. Un gran autor; un adelantado a su tiempo.
Hizo que descubriéramos el rock en nuestro idioma, con armonías y compases marcados a golpe de baqueta, con la guitarra dando la melodía central, sin ajustes tecnológicos y con la estética de una banda que toca y canta lo que escribe. Su grupo, Los Soda Stereo, marcaron la época de la Pos-Malvinas y el frenesí de fútbol con el pibe de oro.
Aquí en el Chile de los 80 nacían grupos similares que imponían el rock de lo alternativo y de la bronca por la realidad social y política de las dictaduras y cada cual de nosotros con su historia personal la vivimos con la música de fondo de Soda.
Creación y expresión, es lo que perdura. Esa es la lección y, por cierto su música. De su experiencia personal nos queda el decir que el desenfreno no lleva a nada, no se es eternamente joven y hay que saber vivir cada edad de nuestras vidas. En eso se equivocó y con ello nos privó de muchos años de su prolífera mente. Sabemos al final que se ha ido una persona, con defectos y virtudes, como cualquiera de nosotros pero un genio del Rock Latino que se queda en nuestras memorias resucitando, para muchos, con su música los mejores años de nuestras vidas.
Con todo respeto y “nada personal”, adiós estimado Gustavo Cerati.