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Cecilia Gajardo, poeta: “Hay algo de la infancia que no la puedo dejar de lado”

Se trata de una de las voces poéticas más relevantes de su generación. Con tres publicaciones, Cecilia Gajardo (Talca, 1985), llega a la Feria del Libro de La Serena para presentar su nuevo texto Talca, (Go Ediciones, 2022), que sucede a Piel verano (La Calabaza del diablo, 2017) y a Sara Moncada (Editorial Carlos Porter, 2019), textos que han sido muy bien acogidos por la crítica especializada. Cecilia es egresada como Licenciada en Escritura Creativa de la Universidad Diego Portales y su experiencia laboral ha estado relacionada a la cultura y las letras. La poeta se presentará el 19 de abril donde realizará una lectura de poesía y compartirá con los asistentes. La Feria del Libro de La Serena es financiada por el Fondo Nacional de Fomento Lector, y organizada y producida por la Municipalidad de La Serena y este año lleva como lema “Leer es sanar. Profesora Oriana Mondaca”, y se llevará a cabo entre el 11 al 25 de abril en la Plaza Gabriel González Videla.

En la presente entrevista, la escritora nos habla acerca de su obra, su presentación y planes futuros, entre otros temas

¿Qué opinión o referencia tiene de la Feria del Libro de La Serena?

“Las referencias que tengo son de otros colegas que han ido a la Feria del Libro de La Serena y me han dicho que funciona muy bien, que el lugar es precioso, y también sé que la feria tiene harto repertorio y ha durado por varios años. Tengo la mejor opinión”.

¿Qué nos puede adelantar de su presentación?

“Tengo tres libros de poesía impresos, pero me voy a enfocar en el último que saqué este año y que se llama Talca, por Go Ediciones, que es un libro que ha tenido buena llegada en el público en general, porque no sólo ha llegado a especializados, como los poetas que nos leemos entre nosotros, sino que también se ha leído bastante entre personas que no son acérrimas a leer poesía. Eso me tiene muy contenta”.

Ha publicado tres libros de poesía, ¿qué une o separa a cada uno en cuanto a su contenido? ¿Es quizás la memoria citadina uno de esos aspectos?

“Yo creo que hay algo de la infancia que no la puedo dejar de lado, no lo he pensado mucho, sino que siempre que he vuelto a releer mis libros me encuentro con un acercamiento a la infancia bien potente, y lo otro tiene que ver con la geografía, dónde me crie como autora, y hay ciertos costumbrismos y negligencias respecto a la Séptima Región, a Talca, esta zona de huasos y un poco del patriarcado también, y eso está en los tres libros; la superioridad del hombre, el conformismo de la mujer, pero jamás con una voz que tenga que ver con un panfleto, tiene que ver con la poesía misma, con la cosa que nace, con la imagen, con la fotografía más que con un discurso”.

¿Cuáles son sus referentes o lecturas fundamentales?

“Lecturas fundamentales no tengo. Me leo un libro y luego otro, pero tengo hartos referentes en el cine, porque, como te digo, soy más de la fotografía, me gusta que el poema sea fotográfico y después se alargue en extensión de acuerdo al lenguaje o gracias al lenguaje. Pero siempre me gustará lo clásico, como La divina comedia, Hamlet, siempre voy a estar cerca de Ezra Pound, Anne Sexton, de Gonzalo Millán, por sobre todas las cosas, por ahí creo que va lo mío, tengo que inspirarme en alguien y siempre cuando leo a Millán se me ocurren cosas para escribir. Igual me pasa con Bertoni, con Soledad Fariña. Por ahí va la mano”.

¿Se podría decir que su poesía parte de un referente existente, como es el caso de Sara Moncada?

Sara Moncada es un poema que está lleno de imágenes, y el trabajo que hice con ese libro fue bien extraño, porque lo empecé a planificar desde antes, sin escribir una sola palabra durante dos meses. Una noche me senté y lo escribí en tres días y no hubo ni siquiera edición, porque las imágenes las tenía totalmente almacenadas. Lo otro es que de por sí me gusta el arte visual, veo mucho los cuadros de Natalia Babarovic y me hacen escribir”.

¿Qué le parece la escena literaria en Chile considerando la gran presencia de editoriales independientes que han facilitado la promoción de la poesía? ¿Cómo lo ve usted?

“Para ser honesta, las editoriales independientes son súper necesarias porque te quieren publicar, te tratan bien, en algunas, y decir por ejemplo que Overol, que no conozco a los chiquillos, aunque sé perfectamente quiénes son, es una editorial que trata muy bien a los poetas y los libros les quedan preciosos, Ediciones Tácitas lo mismo, Mundana Ediciones también es una editorial que funciona muy bien respecto a la poesía, y hay algunas que se la juegan, como Pez Espiral. Hay hartas editoriales con las que me saco el sombrero y no necesitan de poetas que se ganen un fondo del libro, y eso es  muy bueno, como  dar la apuesta sobre todo en poetas jóvenes”.  

Respecto a la actualidad, es sabido que el presidente Gabriel Boric es un asiduo lector y por lo visto se fortalecerá el sector cultural en Chile, ¿cómo proyecta el escenario para el libro en los próximos años? ¿Tiene alguna expectativa en particular?

“Sé perfectamente que nuestro presidente Boric es un gran lector. Expectativas tengo sobre todo monetarias, porque pucha que nos tratan mal monetariamente. Me gustaría que el enfoque de los premios y fondos fueran de mayor cifras, pagaran más, que se hicieran cursos obligatorios en los colegios que tengan que ver con la literatura, no con el lenguaje, con la literatura en sí, y la verdad es que tengo expectativas chiquititas, pero son un gran paso. No creo que vaya a pasar que sea el boom de la poesía chilena y que estemos todos con departamento propio, pero sí creo que van a haber grandes cambios que nos van a gustar”.

Para terminar, ¿qué planes literarios tiene a futuro?

“Yo no paro. Tengo una novela, mi primera novela, que es bien rara, media híbrida, no me sale mucho la prosa, pero tengo esta novela que va a salir por Lecturas ediciones y también tengo un libro terminado de poesía”.

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