Cristián Brito; Periodista y poeta
Desde hace 4 años que en Arica se lleva a efecto el Tea Party. Organizado por el escritor y gestor cultural Daniel Rojas Pachas y su editorial Cinosargo, éste festival literario ya es una tradición en el norte del país. Su éxito ha sido tal que ahora su llegada se han extiendo y ya se proyecta realizarlo en varias ciudades más de Latinoamérica. Hablamos de una idea creada por jóvenes que, sin recursos significativos, se las ingeniaron para dar vida a este encuentro que ya es toda una tradición y que este año contó la presencia de poetas, editores, narradores y gestores culturales de Ecuador, Argentina, Perú, Bolivia, México y Chile. Dentro de la delegación representativa de nuestro país nos tocó el privilegio de ser invitados a dos escritores de la zona; María José Rivera y yo. La actividad se realizó entre el 20 y 23 de mayo y contó con la participación de 27 personas que expusieron acerca de sus trabajos y además leyeron y compartieron sus obras en diversas locaciones de Arica y Tacna, entre las que se encontraban colegios, universidades, bares y estamentos municipales. Vale la pena destacar que este esfuerzo se ha consolidado a través del tiempo gracias al trabajo duro de Rojas Pachas y su equipo y a fondos concursables adjudicados por los organizadores. Dentro del evento, las lecturas lograron captar el interés de académicos, estudiantes, escritores y gente común que aprecia el arte como una forma de educar. Asimismo es destacable la publicación de un libro con parte de la obra de los expositores como muestra. Sin embrago, es perentorio convenir en que la idiosincrasia peruana es, en este sentido, muy diferente a la chilena. En el país de Cisnero se aprecia el arte y la literatura, se le conoce y se habla al respecto. Como anécdota recuerdo que tomé un taxi dentro en Tacna y en una conversación trivial con el chofer hablamos de política, contingencia y literatura, eso, acá, es muy raro si no suena estridentemente una bachata o reggaetón de mal gusto. El peruano es consciente del patrimonio que posee y lo cuida y protege. Esta muestra de que la cultura sí es llamativa es la que muchos buscamos desarrollar e internalizar en el inconsciente del chileno, en especial en nuestra región, cuna de la Mistral pero postergada por la mala administración del principal ente cultural gubernamental del país en la región; el CNCA. Es de esperar que bajo el liderazgo del nuevo ministro Ernesto Otonne se ponga orden en la materia, se promueva y apoye a todos los grupos artísticos regionales, se acerque la cultura al pueblo y se le de la real importancia que tiene a la poesía y la cultura especialmente desarrollada por jóvenes, pilar para el desarrollo de una país educado, culto y mejor.
