Cultura

Proyecto “El taller de doña Isaura” rescata y pone en valor la tradición textil ancestral de Chapilca

 La iniciativa es financiada por el FONDART Regional 2025, en la Línea de Actividades Formativas.

Con el objetivo de preservar y revitalizar una de las expresiones patrimoniales más antiguas del Valle del Elqui, se desarrolló el proyecto “El taller de doña Isaura, en memoria de las tejedoras ancestrales de Chapilca”, iniciativa financiada por el FONDART Regional 2025, en la Línea de Actividades Formativas. El proyecto buscó poner en valor la tradición textil de Chapilca y a sus cultoras, trabajando principalmente con escuelas rurales de la comuna de Vicuña.

La iniciativa se inició a mediados de mayo mediante un trabajo colaborativo entre artesanas de la Agrupación Centro Artesanal Chapilca, un equipo de profesionales especialistas en educación patrimonial y oficios textiles, y docentes de las escuelas Juan Torres Martínez de Diaguitas y Paula Jaraquemada de Chapilca. En conjunto, dieron forma a una propuesta educativa y cultural innovadora, centrada en una práctica con más de 200 años de historia en el territorio elquino.

Precisamente en la escuela de Diaguitas se dio cierre al proyecto, en donde se entregaron reconocimientos y se expusieron los trabajos. Fresia Flores Arqueros, encargada de convicencia del establecimiento, resaltó la importancia de contar con este taller. Al principio pensábamos que a los niños y niñas no les iba a entusiasmar mucho, porque hoy todo es muy tecnológico. Pero nuestro objetivo era que desarrollaran la creatividad y el respeto por este arte que viene de nuestros abuelos y ancestras. Y nos llevamos una hermosa sorpresa: con perseverancia y mucha paciencia, de las profesoras, las artesanas y la directora del proyecto, este trabajo se vio reflejado en la exposición. Son verdaderas obras de arte, que nos dejan maravillados al ver cómo los niños se impregnaron de esta tradición a través de sus manos”.

La profesional de la Juan Torres Martínez de Diaguitas dijo además que esta es una dimensión que muchas veces le falta a la educación. Nos preocupamos mucho de lo curricular, de cumplir con los programas y los contenidos, pero este trabajo transversal es el que realmente ayuda a formar personas íntegras, con sensibilidad y valores. Gracias a estas experiencias, los niños desarrollan una mirada más atenta a lo artístico y también al entorno: pueden disfrutar el aroma de los árboles, el canto de las aves y la belleza de nuestros cerros, que son un entorno maravilloso”.

El proyecto rinde homenaje a las tejedoras ancestrales de Chapilca, representadas en la figura de doña Isaura Iglesias, reconocida maestra artesana fallecida en 1976, quien dedicó su vida al tejido mediante la técnica de teñido por reserva de urdimbres amarradas, hoy prácticamente desaparecida.

En este sentido, Alicia Aguirre Villarroel, miembro de la Agrupación Centro Artesanal Chapilca y tallerista del proyecto, sostuvo que “yo aprendí desde muy chica junto a mi mamá, porque ella sabía hilar; era del pueblo de Varillar. En ese tiempo había varias personas que dominaban la artesanía. Recuerdo con mucho cariño a una señora ya muy mayor, doña María La Paz Rivera, y a tantas otras personas de Varillar que hacían sus propios hilados y tejidos. También en Chapilca estaba la señora Isaura, nombre que hoy inspira este taller. Ella realizaba tejidos muy lindos desde hacía muchos años y fue una gran referente”.

También destacó la relevancia de la iniciativa señalando que “este proyecto tiene una gran importancia para nuestra agrupación, ya que pone en valor nuestro trabajo y nos permite acercarnos a las nuevas generaciones, mostrando nuestra identidad local a través del telar”.

Durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, se desarrollaron talleres y actividades de mediación cultural dirigidas a estudiantes de educación básica, comunidades educativas y público general, con el propósito de transmitir conocimientos técnicos, fortalecer la identidad local y promover el reconocimiento del valor cultural del oficio textil.

La estudiante de sexto básico, Ayelén Rojas Figueroa, valoró la experiencia. “Me pareció un taller muy entretenido, porque nuestra escuela lleva la interculturalidad como parte de su identidad. Fue muy divertido y aprendí muchísimo; incluso me habría gustado que continuara por más tiempo. Además, fue muy interesante porque hicimos una salida pedagógica a Chapilca, donde conocimos el taller de palo plantado y pudimos ver directamente cómo las artesanas trabajaban en los telares”.

Misma visión tuvieron los hermanos Rubén y Rodrigo Cortés Álvarez, quienes participaron de esta instancia. “Me gustó mucho el taller, porque me enseñaron a tejer. Después también fui a Chalpilca. No conocía la historia de las tejedoras y me pareció interesante. Hice un portacelular y las profesoras me ayudaron a tejer durante varias horas. Al final no me pareció tan complicado y sí, me gustó mucho lo que hice. El portacelular quedó bonito; es un telar de Navidad y me gustó trabajarlo. Nos enseñaron colocando el telar y pasando la lana, paso a paso”.

El equipo a cargo estuvo conformado por Sandra Coppia Acuña y Teresa Irarrázabal González, profesionales con amplia experiencia en salvaguarda de tradiciones textiles a nivel nacional, quienes junto a los docentes de las escuelas participantes desarrollaron un enfoque metodológico curricular, territorial y cultural, adaptado a la realidad de las escuelas rurales.

Al cierre del proyecto, Sandra Coppia Acuña, responsable de la iniciativa, señaló que “la tradición textil de Chapilca es parte esencial del patrimonio del Valle del Elqui, pero enfrenta amenazas como la falta de relevo generacional, la escasez de materias primas y la ausencia de estos saberes en el currículo escolar. Este proyecto permitió generar conciencia, fortalecer la identidad local y abrir nuevas oportunidades para que las artesanas continúen transmitiendo su oficio”.

La encargada del proyecto FONDART dijo también que “a partir de evaluaciones anteriores, se nos sugirió extender el tiempo de trabajo, y eso es justamente lo que hicimos en este proyecto. Trabajamos con los cursos durante nueve sesiones consecutivas, dos veces por semana, con dos horas pedagógicas cada una. Además, el proyecto busca dejar capacidad instalada. Por un lado, se entregaron materiales a la agrupación de artesanas: 40 telares, un mueble y un dispositivo móvil interactivo, junto a un documento metodológico para la realización de talleres”.

De esta manera, “El taller de doña Isaura” finaliza dejando un importante aporte a la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial del territorio, fortaleciendo el vínculo entre comunidad, educación y memoria, y proyectando el legado de las tejedoras ancestrales de Chapilca hacia el futuro.

Cristian Pérez Trujillo

Periodista, Licenciado en Comunicación Social, de la Universidad de La Serena. Nacido en Vicuña y criado en el Valle de Elqui. Amante de la tierra elquina, de los deportes y la cultura.

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