Humedal artificial impulsado por CEAZA permitirá reutilizar aguas residuales de Pisquera Los Nichos

Los avances del proyecto, que se encuentra en su etapa final, fueron apreciados durante una visita a las instalaciones por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), destacando su innovación tecnológica y potencial replicable.
En medio de la prolongada sequía que afecta a la Región de Coquimbo, ciencia e industria se unen para buscar soluciones sostenibles que permitan aprovechar el recurso hídrico. Un ejemplo concreto es la colaboración entre el Centro Científico CEAZA y la planta pisquera Los Nichos, en el Valle de Elqui, donde se está construyendo un humedal artificial que permitirá tratar y recuperar aguas residuales del proceso productivo del pisco.
El proyecto es liderado por el Centro Científico CEAZA y financiado por Corfo, con la colaboración de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP). Su objetivo es implementar un sistema de tratamiento de residuos industriales líquidos (RILES), aplicando soluciones basadas en la naturaleza que integran ciencia, tecnología y sustentabilidad.
Sobre la iniciativa, Claudio Vásquez, gerente corporativo de CEAZA, explicó que: “La industria pisquera genera un volumen importante de residuos líquidos industriales. En el caso de la planta Los Nichos, existen tres fuentes principales: las aguas de lavado de uvas, las utilizadas en la limpieza durante el embotellado y, como subproducto, los residuos derivados del vinagre. En este proyecto estamos trabajando con dos de esas fuentes, con el objetivo de depurar las aguas empleadas en el lavado de la infraestructura y el equipamiento”.
Actualmente, el proyecto presenta un 95% de avance y recibió la visita de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), en una supervisión con dos propósitos: Por una parte, permitió inspeccionar su funcionamiento y verificar que el sistema esté operando correctamente. Por otra parte, la instancia fortaleció la colaboración institucional, reafirmando la corresponsabilidad entre CEAZA y la CRDP no sólo en la construcción del humedal, sino también en la transferencia tecnológica y la divulgación del proyecto hacia otras industrias de la región.
“Vemos esta alianza como muy positiva, porque permite concretar soluciones en el sector productivo y avanzar frente al escenario de escasez hídrica. Este proyecto calza perfectamente con las necesidades de la zona, ya que posibilita reutilizar las aguas de producción y abre el potencial para implementar nuevos regadíos o incluso reforestar otros lugares”, destacó Erika Hanshing, ejecutiva del Área de Medioambiente y Sustentabilidad de la CRDP.
Por otra parte, Claudio Vasquez subrayó que “con la corporación firmamos un convenio donde tenemos una corresponsabilidad, CEAZA apoya en todo el componente técnico y tecnológico y es la corporación quien va a acercar este proyecto a futuros interesados, tanto de la industria del pisco o la cerveza, como de otros sectores productivos”.
Acerca del diseño y la visión de la iniciativa, el Dr. Ismael Vera, integrante del proyecto y profesor titular de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica del Maule indicó que, “esto es tecnología que se piensa a largo plazo y lo más interesante es que son soluciones basadas en la naturaleza que se pueden integrar con el paisaje, como se ve acá. Entonces, son soluciones que son relativamente sencillas de implementar, un poco más económicas y tienen un importante beneficio medioambiental, que es lo más relevante”.
Además destaca, “hay un valor intrínseco relacionado con la integración del paisaje. Por ejemplo, no se trata de tubos o estructuras grises típicas de la industria, sino espacios verdes que se ven bonitos y se integran con el entorno, lo que también aporta un valor turístico. Dependiendo de las especies de plantas utilizadas, estos espacios pueden convertirse en hábitats para animales, sumando un valor ecosistémico y ambiental importante”.
El proyecto, además, busca generar conocimiento y experiencia para replicar esta tecnología en otros rubros de la región. Desde el CEAZA y la CRDP destacan que este tipo de iniciativas no solo contribuyen a enfrentar el proceso de desertificación progresivo que experimenta la Región de Coquimbo, sino que además demuestran que la innovación científica puede integrarse al paisaje y al desarrollo local.



