La historia de vida de Grisnelda Rojas es de esfuerzo, con poco dinero inicio su emprendimiento de venta de churrascas en el local que hoy se emplaza su restaurant y se declara abiertamente una mujer de campo.

Grisnelda Rojas Salinas, comenzó con su emprendimiento hace cinco años cuando pasaba por aprietos económicos y un día mientras caminaba por la vereda ubicada cerca de la Torre Bauer, se encontró en el suelo la suma de quince mil pesos con los cuales preparó varias churrascas que vendió en el antejardín de su casa, ubicada en el sector poniente de Avenida Las Delicias en Vicuña.

Desde ese entonces su emprendimiento tuvo un rápido crecimiento hasta llegar en la actualidad donde vende las exquisitas churrascas, pan amasado, tortilla con chicharrones y el rico té remojado. Su local fue creciendo y hoy es un amplio lugar construido con materiales simples y con un estilo campestre. Y gracias a su negocio ha podido darle educación a sus tres hijos: El mayor está a punto de titularse de geólogo, el segundo ya egresó como ingeniero comercial y la menor está cursando octavo año básico.

Los orígenes de esta mujer emprendedora son humildes y de mucho esfuerzo. Sus abuelos y sus padres eran crianceros, y junto a ellos pasó gran parte de su niñez y su juventud entre los cerros y montañas del Vallle de Elqui, conociendo y viviendo muy bien la vida campesina.

En su aventura de surgir ha contado siempre con el apoyo de toda su familia y parientes. Confiesa que su siguiente paso es obtener una patente de restorán para así ofrecer los almuerzos de campo que prepara tan sabrosos a fin de brindar a los vicuñenses y a los turistas el verdadero sabor del campo elquino.

“Le doy gracias a Dios por todo lo que hoy día hemos podido lograr como familia, mis padres me dieron una base que es la vida del campesino, esa vida honesta, esa vida de unión, de libertad, y de poder decir  esta soy yo, esto es lo que tengo y orgullosa de representar a esta ciudad de Vicuña”, son parte de las palabras de Grisnelda Rojas al comenzar esta conversación sobre su emprendimiento, que empezó con la suerte de un día cualquiera.

La historia de Grisnelda es un ejemplo a seguir para muchos emprendedores elquinos, que en la actualidad buscan la forma de surgir, «muchas veces la vida pone las oportunidades en la puerta de tu casa, hay que aprovecharlas y también a utilizar el talento que uno tenga, a mi me resultó y espero que a muchos más les puede pasar», finalizó.

Este proyecto fue financiado por el Fondo de Fomento a los Medios de Comunicación Social 2018 del Ministerio Secretaría General de Gobierno.