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Túnel Agua Negra: una discusión de interés público en el Valle del Elqui

Otra de las definiciones necesarias para esta discusión, es la existencia del proyecto “Corredor Bioceánico”, este elemento conceptual es una herramienta de conexión física entre los puertos de Coquimbo-Chile y Porto Alegre-Brasil, pasando por Argentina.

Largo es el debate que surge tras la idea de instalar el Corredor Bioceánico en la Región de Coquimbo, complejo también el entendimiento de este gran proyecto. Muchas voces plantean argumentos de disensos y consensos frente al avance de esta iniciativa, pasando por diversas temáticas, tales como el medio ambiente, el desarrollo de los territorios, el potencial económico internacional, el intercambio cultural, entre otras.

Para abordar esta discusión y poder conocer diversas miradas es preciso señalar algunas definiciones; el proyecto Túnel Agua Negra es un “proyecto que apunta a mejorar la conectividad entre Chile y Argentina y generar condiciones para el transporte de pasajeros, el intercambio comercial y el desarrollo turístico”, tal como su nombre lo indica, es una edificación u obra física, “se trata de la construcción de dos túneles principales semiparalelos que albergarán calzadas para el tránsito vehicular unidireccional de dos carriles cada uno, con una longitud de 13,9 kilómetros”, esto según lo consigna la información oficial del Gobierno Regional de Coquimbo.

Otra de las definiciones necesarias para esta discusión, es la existencia del proyecto “Corredor Bioceánico”, este elemento conceptual es una herramienta de conexión física entre los puertos de Coquimbo-Chile y Porto Alegre-Brasil, parte de la planificación de IIRSA, definida en su página web como, “la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) es un mecanismo institucional de coordinación de acciones intergubernamentales de los doce países suramericanos, con el objetivo de construir una agenda común para impulsar proyectos de integración de infraestructura de transportes, energía y comunicaciones”.

La controversia por el desarrollo del “Corredor Bioceánico”, el que se busca realizar en la ruta de tránsito existente entre el Valle de Elqui, Región de Coquimbo y la Provincia de San Juan, Argentina; tiene dos principales focos de interés a simple vista, primero está la modificación de una ruta CH 41 para que sea protagonista de corredor y segundo, está el impacto ecosistémico que conlleva desarrollar este proyecto, aquello junto a la relevancia de una ciudadanía participativa.

“La Ruta 41”: Una Disputa Espacial y Política

Esta es una ruta comercial de larga data, es el principal camino de acceso al Valle de Elqui, conecta las comunas de Vicuña y Paihuano con la capital regional, la conurbación La Serena – Coquimbo. Uno de los aspectos a destacar es su alta tasa de accidentes, según el informe de “Big Data” en Accidentes de Tránsito realizado por la Universidad de La Serena, en los últimos 3 años han ocurrido 151 accidentes de tránsito con lesiones graves o muertes en esta ruta.

La seguridad en la ruta internacional Ch 41 es algo que se ha buscado resolver con el desarrollo de caminos alternativos, como los actuales esfuerzos por parte del gobierno y el Ministerio de Obras Públicas; sin embargo, lo que resolvería aún más los accidentes en la ruta podría ser una doble vía.

Respecto del número de accidentes, este tema es relevante para la ciudadanía del valle de Elqui, pues entregar garantías en seguridad es algo que ha sido solicitado en reiteradas ocasiones, sea por habitantes como por turistas. Resolviendo lo anterior, la realización de esta doble vía podría tener sus complicaciones a la hora de conectar las localidades aledañas a la ruta. Cualquier mejora que se desarrolle en la ruta, debe responder no solo a diseños correctos, considerando la proyecciones de uso; sino además, a un uso adecuado de los espacios, considerando su impacto ambiental.

Desde la comuna de Vicuña, Washington Ramos, profesor en educación General Básica y ex concejal por la misma comuna, entregó una perspectiva crítica frente al camino que se debe tomar cuando se habla de progreso, “el desarrollo no puede pasar por sobre el medio ambiente, sin tener de fondo un estudio acucioso o estudio de impacto ambiental, yo no estoy en contra del desarrollo y la conectividad esto es parte del mundo. Para mi, es importante buscar alternativas de tránsito, rutas que no vayan a dañar y destruir el valle de Elqui. En algún momento se presentó la opción por ir detrás de Huanta, la parte norte, buscar la forma de llegar al puerto, sin dañar en el mayor ecosistema”.

Durante mucho tiempo, las mejoras de la ruta se reducían a la creación de una doble vía en el valle de Elqui. Esto cambió hace algunos años, cuando se presentó un proyecto de rutas alternativas para desarrollar el Corredor Bioceánico. A esto apunta el ex concejal Washington Ramos cuando refiere a “una alternativa por detrás de Huanta”, alternativa que hoy está más vigente que nunca, entre los posibles proyectos que el Ministerio de Obras Públicas promete informar a la comunidad este próximo 2022.

Las diversas alternativas propuestas por los equipos técnicos, podrían tener una alta calificación en factibilidad. En el caso de la ruta tras Huanta, esta podría no afectar directamente al valle de Elqui, su turismo y sus elementos patrimoniales vinculados a la tranquilidad; pero, el hecho que no afecte al valle de Elqui como tal, no significa que no sea invasivo con el medio ambiente en otros territorios, probablemente menos explorados.

Marcelo Heredia, de profesión ingeniero y activista social en la comuna de Vicuña, pertenece a la Asamblea en Defensa del Elki, espacio de articulación e información frente a iniciativas que promuevan el extractivismo, él menciona los perjuicios que tendría para los ecosistemas, el desarrollo de una doble vía o la instalación de una ruta que propicie el Corredor Bioceánico, “aquí están proponiendo la alternativa que no pase por Vicuña, que pase por Chapilca, luego a La higuera y de ahí al puerto, bueno también hay otras alternativas que se están estudiando. Bueno, son alternativas que tienen menos impacto para la ciudad de Vicuña, pero si se ejecutan, no serían buenas para otras localidades. Ambientalmente, la construcción de una gran carretera, afectará a mucha flora y fauna, en cualquier territorio, llegan todas las pandemias del progreso, todo eso nos preocupa, cómo se interviene los territorios. Nosotros aquí desde la Asamblea en Defensa del Elki, no estamos en contra de hacer el túnel y mejorar los accesos; estamos en contra de IIRSA y esos intereses transnacionales”.

El extractivismo, mencionado en el discurso de Marcelo Heredia y probablemente nombrado más adelante, es definido por el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina, como un “proceso de extracción o eliminación de recursos naturales y materias primas de la tierra para vender en el mercado mundial”, dicha definición no se escaparía mucho de los principales objetivos de la “Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana” (IIRSA), al menos sí en el ámbito productivo refiere.

Para Alejandra Rojas Del Canto, antropóloga de profesión y productora local de artesanía en la comuna de Vicuña, el proyecto “Corredor Bioceánico” no es algo para tomar a la ligera. Los cambios que podría traer al territorio, la instalación y ejecución de una ruta comercial del nivel del “Corredor”, intervendrá irremediablemente los ecosistemas naturales y culturales, “para nosotros acá, donde estamos ubicados, tenemos la ventaja de ser un lugar hermoso, el turismo una herramienta clave para frenar esto. Hay gente del rubro turístico que apoya estar en contra del corredor, esto porque que les puede afectará  su economía, yo voy más allá; el hecho de que el corredor deje de pasar por Vicuña y pase por La Higuera, por ejemplo, de igual forma va a afectar la tranquilidad de otras comunidades, tenemos que pensar más allá de nuestros bolsillos”.

La instalación del “Corredor Bioceánico” en el Elqui podría ser considerada una realidad, pero para que eso ocurra, deben estar todas las voluntades alineadas. Junto con la anterior, es necesaria una revaloración de lo que significa generar un doble vía, o derechamente, esta idea de crear una carretera de alto tonelaje que pase por el centro de un valle, un territorio con declaradas proyecciones turísticas.

“Corredor Bioceánico”, ¿Un Desarrollo Sostenible?

Los mejoramientos de la ruta 41, la idea de una doble vía y todo lo que involucre una modificación física de dicha ruta tendrá una repercusión social y política, eso claro está. Los temas de mayor inquietud ciudadana hablan de bloqueos a poblados aledaños a la ruta, la contaminación visual y acústica de un alto tráfico de vehículos de carga, entre otros argumentos.

Retomando la discusión original, es preciso abordar a la ruta 41 y al corredor bioceánico como dos elementos relacionados, independiente o no si a futuro se realiza una doble vía en el trayecto La Serena – Vicuña, la discusión sobre la forma en cómo se disponen los espacios “de todos”, para responder a supuestos “objetivos pais”, es algo de relevancia pública y que levanta, nuevamente la discusión sobre un futuro más sostenible.

Hace algunos años se viene hablando sobre “cambiar el modelo de desarrollo”, pero ¿qué se entiende por esta frase?. Según el Instituto de Vivienda de la Universidad de Chile (UChile), “un modelo de desarrollo constituye un conjunto de lineamientos surgidos a partir de consensos y acuerdos que buscan lograr el desarrollo de una unidad territorial determinada, y que involucra no sólo el ámbito económico, sino también los ámbitos social, político y cultural.”

El sentir de “cambiar el modelo de desarrollo” habla de la decisión sobre cómo trabajar y valorar los recursos, así también su explotación; esta inquietud también está presente en la comuna de Vicuña. Ignacio Alfaro, joven habitante de la comuna de Vicuña y vendedor de libros, se detiene en la reflexión sobre el Túnel de Agua Negra, eso sí, más allá de la edificación propiamente tal, “independiente de este alud que se nos viene, yo creo que tenemos que empezar a repensar un nuevo modelo de desarrollo económico. Aquí nos están mintiendo, cuando dicen que la carretera del corredor pasará por acá, hemos visto como en otros lados, los corredores pasan y excluyen a los pueblos, nunca trajeron turismo, nunca potenciaron la economía, solo fue un camino para traslado de material. Ahora se nos dice que el paso trae conectividad, eso puede ser cierto, pero no tenemos que olvidar, que esta gran estructura está pensada para el nuevo modelo extractivista de saqueo de recursos de los pueblos”.

La lectura del extractivismo, suele ser vista como una postura extrema, que busca preservar recursos y no permite continuar la “senda del desarrollo”, pero es más que esa idea. Cuando, en los argumentos contrarios al extractivismo, se habla de “proteger los recursos”, no solo se habla de bienes materiales de explotación comercial, si no también se habla de un patrimonio cultural y las diversas formas de vida de un territorio. Recordar, que todo esto sí se puede perder, con la llegada de nuevas formas de desarrollo, a veces mucho menos sustentables.

Ahora, es preciso instalar en esta discusión a la ciudadanía, ¿cuál es el rol que cumple el ciudadano de la provincia de Elqui y la región de Coquimbo en el proyecto Túnel Agua Negra?, proyecto que como ya ha sido explicado, deviene en las modificaciones de la ruta 41 y la futura instalación del “Corredor Bioceánico”.

La participación ciudadana y la voz de las diversas comunidades es una de las claves más relevantes a la hora de ejecutar proyectos, esto en la discusión política moderna, entendiendo que la opinión ciudadana debe ser parte de las grandes decisiones de interés público. Para el desarrollo del proyecto Túnel Agua Negra, han habido instancias de difusión con la ciudadanía, como las realizadas por el Ministerio de Obras Públicas, a través de su seremía regional, en la ciudad de Vicuña en el segundo semestre del año 2017.

Sin embargo de lo anterior, considerando las instancias participativas realizadas, la mayoría de ellas fueron y/o son sólo informativas y no vinculantes, queda en evidencia la necesidad de acercar a la ciudadanía con el proyecto, que estos comprendan los beneficios y los costos que tiene ejecutar una obra como esta en el territorio del Elqui (y cualquier territorio). Nathalie Castillo, candidata a diputada por el distrito 5 para las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, destacó la importancia de retomar el vínculo de la participación ciudadana, “en este caso, bien lo dicen las comunidades, no hay mayor información respecto de este proyecto es algo público-privado y poca información hay. La ley recientemente se abrió a hacer las consultas ciudadanas, muchas de ellas no vinculantes, y en el caso de Agua Negra, hay un gran vacío al respecto, no se ven condiciones de participación. Esto nos tiene bajo una incertidumbre, es importante que sepamos que quiere la región de Coquimbo, respecto del paso Agua Negra y el corredor Bioceánico, esto se debería hacer en el valle de Elqui.

Dentro de aquel proceso de involucrarse con el proyecto Túnel Agua Negra, existe este levantamiento de opiniones sobre los beneficios y los costos de la implementación del proyecto en el Elqui. Si bien, algo claro será la integración que se logrará con la provincia de San Juan en Argentina, lo que es un atractivo cultural interesante; también está el aumento considerable de flujo, contemplando si la realización del Túnel Agua Negra con el “Corredor Bioceánico”, pasa por Vicuña y otra ruta.

El desarrollo del Túnel Agua Negra, contemplaría, de todas formas, este mayor flujo, agilizando por un lado los vínculos culturales con la provincia de San Juan. La candidata política y periodista Natalia Castillo, agrega algunos ejemplos positivos que podría tener la implementación de esta conexión física entre la región de Coquimbo y la provincia de San Juan, no antes destacando la necesidad de implementar medidas frente a la instalación y creación de esta gran obra, “el proyecto está, la mitigación tiene que existir, como ciudadanos no hemos tenido vínculos con los gestores del proyecto. En algún momento el Gobierno Regional, intentó abrir la difusión sobre el túnel Agua Negra, pero no fue suficiente. Yo no sé cual es la situación, pero hay discrepancias en el proyecto y lo que cree la ciudadanía. Aquí sí se han visto integraciones interesantes, como la que tiene el municipio de Vicuña con la provincia de San Juan en educación superior, pero esto es más allá, tiene que existir una vinculación ciudadana cuando hablamos de este tipo de proyectos, en este caso de esta obra pública de gran magnitud”.

Así como lo menciona Natalia Castillo, el Gobierno Regional ha tenido un papel preponderante en el desarrollo del proyecto Túnel Agua Negra, pues ellos, en aquel entonces, la intendencia más los consejeros regionales, han tenido el deber de analizar las propuestas desarrolladas por equipos bilaterales, tal como lo realizado por EBITAN (Entidad Bilateral del Túnel Agua Negra).

Son diversas investigaciones que respaldan la realización del Túnel Agua Negra, un proyecto fundamental para la realización del “Corredor Bioceánico», que unirá los puertos de Coquimbo en Chile y Porto Alegre en Brasil. Por ejemplo, la investigación “El Paso Agua Negra y el Corredor Bioceánico Central Coquimbo – Porto Alegre: situación actual y perspectivas para la integración”, es una aporte académico que tiene como sustento, el desarrollo cultural que podría generar esta integración física; esto sin desconocer las oportunidades económicas y la importancia de avanzar en decisiones claras.

Javier Vega, actual consejero regional de la Región de Coquimbo y candidato a elección popular para estas próximas elecciones, valora los intentos de coordinación ciudadana por parte del cuerpo colegiado. sin embargo, destaca que la mayoría de los sustentos que impulsan el desarrollo del Túnel Agua Negra, apuntan a intereses económicos, sea en su carácter extractivista como turístico, “las investigaciones que han dado sustento al túnel Agua Negra, son investigaciones que dan datos sobre el aumento de visitante en la región, el cual podría ser 10 veces la cantidad ya registrada anualmente; también el cálculo de importaciones y exportaciones. Al final de todo, no hay un análisis de las consecuencias socioambientales que puede traer la llegada de los camiones, eso afecta a nivel cultural, pasando desde la habitabilidad hasta la protección del patrimonio inmaterial de la región”.

Son varias las aristas a considerar cuando hablamos del proyecto “Túnel Agua Negra» y el “Corredor Bioceánico”, frente a esto, queda una gran responsabilidad en las y los gobernantes del país y la región de Coquimbo, el rol que deberían tener la autoridades frente a estos proyectos.

Primero, está la consideración del uso de espacios que “son de todos”, si bien el Estado de Chile, a través del Ministerio de Obras Públicas, tiene el rol de ver los mecanismo de implementación del “Corredor Bioceánico”; también tiene la obligación ética de repensar la necesidad de este canal de comunicación física, ¿cuáles son los interesas tras este gran proyecto?, ¿este es el modelo de desarrollo que Chile persigue a futuro?, ¿qué lugar toman las comunidades y la ciudadanía en procesos deliberantes frente al Túnel Agua Negra y el Corredor Bioceánico?.

El centro de la discusión puede estar en los mejoramiento de la ruta 41 y sus posibilidades de desarrollo en el territorio, puede estar en la ejecución de nuevas y mejores vías de comunicación con la provincia de San Juan, Argentina, puede estar en la factibilidad de nuevas rutas comerciales, pero, ¿cuándo está la participación y opinión ciudadana en el centro de esta discusión?, aquel parece ser el gran desafío, mejorar el país y  los territorios a beneficio de quienes los habitan y conviven en con la realidad de dicho “desarrollo”.

Fotografía principal: Nikolas Rojas Santana

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