Elqui Opinión

Sobre la resolución del TC frente a la gratuidad y el rol de la ciudadanía

Por: Sebastián Orellana, Director Regional del INJUV

Los últimos días han estado marcados por el rechazo de los criterios de asignación de recursos para la gratuidad universitaria por parte del tribunal constitucional, tras un requerimiento interpuesto ante dicho órgano por algunos parlamentarios de la oposición.

Desde la oposición se ha visibilizado este hito como una derrota del gobierno, olvidando que los principales y directos perjudicados son los doscientos mil estudiantes que se verían beneficiados con la gratuidad cuyas instituciones de educación superior juegan efectivamente un rol público en tanto permiten la participación de toda la comunidad universitaria, son pluralistas, no lucran y asumen un compromiso con las verdaderas necesidades de nuestro país.

Detrás de esta inconstitucionalidad de los criterios para asignar la gratuidad a las Instituciones encontramos a una oposición que pretende seguir alimentando el negocio en la educación a través del lucro con los recursos públicos, modelo que ha sido abiertamente rechazado por la ciudadanía tanto en las calles como en las urnas.

No obstante, la mezquindad de la reclamación ante el tribunal constitucional no nos debe sorprender en la medida que representa el último espacio de repliegue para aquellas posiciones más conservadoras y que lo único que buscan es detener los necesarios cambios en nuestro país.

Por lo mismo, la resolución de este órgano del Estado debe reafirmar nuestro compromiso como Gobierno con el proceso constituyente y la Nueva Constitución para que la ciudadanía tenga la oportunidad de interrogarse sobre las instituciones existentes y destinadas a definir los cursos de nuestro país.

Y hoy más que nunca debemos subrayar la necesidad de que los jóvenes sean más protagonista en este debate con la finalidad de fortalecer los espacios de soberanía popular y de efectiva representación de los verdaderos intereses de la ciudadanía en miras de construir una sociedad que estreche el lazo con sus instituciones políticas y que nos permita combatir la desafección que actualmente existe frente al debate de lo público.

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