Continúa intensa búsqueda de joven sanjuanino de 17 años desaparecido en playa de La Serena

Cuatro adolescentes fueron rescatados con vida gracias a la acción de un ciclista y salvavidas, pero uno permanece extraviado. Armada, GOPE, bomberos y equipos municipales mantienen un operativo que se extenderá hasta lograr resultados.
Desde tempranas horas de esta madrugada continuaron las labores de búsqueda del joven argentino de 17 años, proveniente de San Juan, que el día de ayer se extravió en la playa de Cuatro Esquinas en La Serena.
Lo que comenzó como una tarde de recreación para una familia de origen argentino radicada hace años en el país terminó transformándose en una tragedia aún en desarrollo.
Y es que un adolescente de 17 años permanece desaparecido luego de ser arrastrado por las fuertes marejadas registradas en el sector, uno de los puntos más complejos del borde costero debido al oleaje y a la condición de playa no apta para el baño.
El incidente ocurrió poco antes de las 13:20 horas de este lunes, cuando cinco jóvenes, entre 12 y 17 años, ingresaron al mar sin percatarse del brusco cambio en las condiciones del océano. Según sus relatos, de manera repentina se generó una fuerte corriente que impidió su retorno a la orilla. Uno de ellos fue arrastrado mar adentro, y sus acompañantes, al intentar ayudarlo, también quedaron atrapados por la fuerza del oleaje.
Desde la arena, la madre de tres de los afectados presenció la dramática escena. Entre gritos desesperados comenzó a pedir ayuda al ver que sus hijos y dos de sus amigos estaban siendo arrastrados por el mar sin poder salir.
A las 12:45 horas, la autoridad marítima recibió la primera alerta a través del número de emergencia 137, activando de inmediato un operativo de rescate. La lancha patrullera Arcángel zarpó a las 12:55 y llegó minutos después al punto de la emergencia, logrando rescatar a tres de los adolescentes en conjunto con salvavidas que se encontraban en el sector. Uno de ellos estaba inconsciente y recibió maniobras de primeros auxilios hasta su estabilización. Un cuarto joven, en tanto, alcanzó la orilla por sus propios medios.
Sin embargo, al recabar antecedentes con familiares, la Armada confirmó que un quinto joven no había logrado salir del agua. Desde ese momento el operativo pasó de rescate a búsqueda, concentrándose en la última posición donde fue visto.
Uno de los relatos más impactantes es el de Francisco Boldo, un joven que transitaba en bicicleta por la Avenida del Mar y que no dudó en lanzarse al agua al escuchar los gritos.
“Me encontré a la tía (madre de los afectados) desesperada, manoteando. Escuché gritos adentro y me lancé a ayudarlos”, relató.
Boldo indicó que estuvo más de 30 minutos dentro del mar, manteniendo a flote a los adolescentes en medio de las corrientes. “Rescaté a cuatro; me faltó uno, se me fue de las manos. Estaba solo y no pude hacer más”, dijo visiblemente afectado.
Describió que logró acercar a la orilla a uno de ellos y luego volvió por dos hermanos, uno de los cuales estaba inconsciente. Con uno sujeto de un brazo avanzó hacia su hermana, y luego hacia el cuarto joven. “Los mantuve a todos, pero ahí se me fue uno”, lamentó.
La confusión inicial llevó incluso a que algunos presentes pensaran que el desaparecido era el propio ciclista, por lo que el alivio fue momentáneo al ver que él también había logrado salir.
Por su parte, el capitán de Puerto de Coquimbo, Daniel Sarzosa, explicó que el área donde ocurrió el accidente es conocida por su fuerte oleaje, particularmente desde Cuatro Esquinas hacia el norte, donde es habitual la práctica de surf. Reiteró que se trata de una playa estrictamente no habilitada para el baño, algo que complejiza aún más las labores de búsqueda.
“Estamos desplegando todos los medios disponibles, junto a voluntarios del cuerpo de salvavidas de La Serena, unidades marítimas y personal especializado del GOPE. El fuerte viento y las corrientes dificultan el trabajo, pero seguimos operando mientras exista una esperanza razonable de encontrarlo con vida”, señaló.
La autoridad marítima afirmó además que las playas no están habilitadas aún para el baño, pues la temporada estival comienza oficialmente el 15 de diciembre. “Es fundamental respetar las banderas rojas y las advertencias. Las condiciones cambian en minutos”, enfatizó Sarzosa.
Desde el municipio de La Serena, el delegado de la Avenida del Mar, Javier Godoy Cazaux señaló que, aunque los salvavidas aún no están contratados para la temporada, un grupo se encontraba en el sector entregando currículums y acudieron de inmediato al rescate.
“Nosotros no tenemos habilitadas las playas, pues (la temporada estival) empieza el 15 diciembre. Pero por un tema fortuito estaban los aspirantes a salvavidas y fueron a apoyar. Las banderas rojas están, pero la gente se mete igual y pasan estos accidentes”, lamentó Godoy.
En paralelo, el administrador municipal de Coquimbo, David Díaz, afirmó que el alcalde Ali Manouchehri dispuso apoyo total al operativo, enviando un bote de rescate, una moto de agua, personal de emergencias y drones —incluyendo uno con visión nocturna— para reforzar los trabajos en caso de que la búsqueda se extendiera. “Sabemos que los límites comunales existen, pero esto es una emergencia. Estamos donde se nos necesite”, indicó el administrador porteño.
Díaz enfatizó que, pese al debate, las normas sobre salvavidas tienen fechas obligatorias definidas por la autoridad marítima. “Aquí también hay un tema de responsabilidad. La playa estaba con bandera roja. La gente tiende a subestimar el riesgo”, sostuvo el funcionario coquimbano.
Hasta el cierre de esta edición, el adolescente de 17 años continuaba desaparecido. La Armada mantiene un despliegue que incluye barridos por superficie, recorridos con motos de agua, buzos especializados y un avión de exploración que se sumará durante la jornada del martes.
En la orilla, su madre y uno de sus hermanos permanecía a la espera de noticias, esperando un milagro, mientras equipos de emergencia continuaban trabajando sin pausa.
La tragedia reabre el llamado a reforzar la educación sobre seguridad en el borde costero, especialmente en sectores donde cada verano se repiten episodios de riesgo debido al desconocimiento de las condiciones del mar.
Fuente: Diario El Día



