Por: Juan Carlos Robles
(Chapilca)
Mi valle se desgrana
En quebradas de silencio
Yo lo pienso y lo contemplo
Yo quiero como a un niño
Desde la verde praderas
Hasta los montes andinos
Recorre el viento en las noches
Aventando mí cariño
Que lindo es querer una tierra
En la que se ha nacido
Que noble es escribir un poema
Para gritar su cariño
Yo siento cada pedazo
De tierra virgen de canto
Yo siento cada montaña
Cuando me está observando
Puedo leer en quebradas
Las letras de un silabario
Y besar sus riachuelos
Que me parecen sus labios
Mi valle tiene un rostro
Carita de padre anciano
Cabellos de cordillera
Blancas canas por los años
Y en su pecho labradores
Azotados por el viento
Cogen firme la mansera
Para trocar el sustento
En invierno se desnuda
Para sufrir el tormento
Para penar con nosotros
las causas del firmamento
y se viste en primavera
de locos colores contento
y nos trae nuevamente
de su tierra el alimento
Deja dormir un poeta
Allá en su humilde ladera
Deja dormir a Gabriela
Para que nunca se muera
Para que siempre perdure
Y siga con el viviendo
Enlazados en la tierra
Que conforman los caminos
Y así cuidar paso a paso
El caminar de los niños
Yo cuando muera de viejo
O por causas del destino
No quiero que me sepulten
En un lecho de ladrillos
Quiero también ser el polvo
De mi amado valle elquino
Quiero que el viento me lleve
Por laderas y caminos
Quiero que el viento me lleve
Hasta los montes andinos.
