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El inicio del cooperativismo en Chile y la instalación del movimiento en el Valle del Elqui

Las cooperativas son asociaciones autónomas de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales.

Hace 175 años que el  movimiento cooperativo tiene su origen en el mundo, y sin duda hasta el día de hoy sigue siendo relevante para el desarrollo social y económico de varios países, entre ellos el nuestro.

Por un lado, porque el cooperativismo promueve iniciativas empresariales solidarias orientadas a la producción y distribución de bienes sociales, y por otro, porque entrega soluciones reales a problemas que no estaban siendo atendidos mediante otra forma de organización, ya sea en la adquisición de bienes de consumo a menores precios, en el acceso al crédito e incremento del ahorro, en soluciones habitacionales, en el acceso a servicios de salud, entre otros, permitiendo así, no sólo un crecimiento inclusivo y una distribución más equitativa de la riqueza, sino que también fomentando la profundización de la democracia económica y participación ciudadana.

En Chile, la presencia del cooperativismo también tiene larga data, donde destaca su aporte al mejoramiento de las actividades productivas y al aprovechamiento más eficiente de los recursos, contribuyendo así al desarrollo local y regional de nuestro país.

Como fecha inicial de éstas se tiene 1854, cuando se creó en Valparaíso la mutual de tipógrafos, de la cual en 1887 nace la Cooperativa de consumos la Esmeralda, que es considerada la primera Cooperativa de Consumos. En 1904, se funda en Santiago,  la cooperativa de consumo de los trabajadores de los Ferrocarriles del Estado, siendo para algunos historiadores  la primera  cooperativa promovida por el Estado, pero que es importante resaltar que su nacimiento se debió al impulso y la demanda  de los  trabajadores.

Este mismo año se funda una cooperativa de seguro contra incendios. Hasta 1924 se crearon aproximadamente 40 Cooperativas donde la mayor cantidad era de consumos, algunas de servicios, ahorro y créditos, eléctricas y agrícolas. Sobresalían Cooperativas como las de empleados Particulares Empart, Caja Nacional de Ahorro (actual Banco Estado) y Enami.

Se promulga en 1924 la primera Ley de Cooperativas, cuyo texto y estructura se fija en 1932. En 1927 se crea el Departamento  de Cooperativas dependiente del entonces Ministerio de Fomento.

Con la creación de la CORFO crece el cooperativismo principalmente en el medio rural: cooperativas agrícolas pisqueras, vitivinícolas, lecheras, de otros rubros  y las de electrificación rural.

Entre las cooperativas pisqueras que nacieron en la década del 30 destacan la Cooperativa Control Pisquero (1931) y también la Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada, Capel (1938).

Los sindicatos y la clase media, especialmente empleados públicos y particulares, también empezaron a generar sus propios proyectos cooperativos, pero sin llegar a sobrepasar el papel regulador y educativo del Estado. A  finales de la década de los cincuenta empiezan a  surgir Muchas Cooperativas de Viviendas y de ahorro y créditos amparadas al alero de las parroquias.

Nacen las Federaciones entre ellas la Federación Chilena de Cooperativas de Ahorro y Créditos cuya existencia legal comienza el 14 de Enero del año 1954. Posteriormente se crean Instituciones Auxiliares de Cooperativas como ICECOOP e INVICA.

En Valparaíso, en cada cerro donde había una Parroquia existía una Cooperativa de Ahorro y Créditos. En 1960 existían más de 40 de estas instituciones entre Valparaíso y Viña del Mar.

La espontaneidad, fue elemento que caracterizó al cooperativismo chileno hasta finales de la década de los cincuenta. La aprobación en 1960 y 1963 de las reformas a la Ley General de Cooperativas sentaron las bases para su posterior desarrollo.

El Gobierno de Eduardo Frei Montalva  (1964-1970) promovió el cooperativismo al  considerarlo como un instrumento válido para las políticas reformistas desde el estado.

 Así,  se crearon  organismos estatales que favorecieron de manera directa o indirecta el desarrollo del cooperativismo, como la Corporación de Reforma Agraria, CORA, la cual impulsó las cooperativas de asignatarios de tierras expropiadas, y el Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP, quien apoyó la creación de cooperativas campesinas y pesqueras.

En 1965 se creó la Comisión Nacional Coordinadora de Cooperativas, integrada por funcionarios ministeriales y por representantes del movimiento cooperativo con el objetivo de impulsar el cooperativismo en todo el país, y el Departamento de Desarrollo Cooperativo del Servicio de Cooperación Técnica, SERCOTEC. En términos cuantitativos, el resultado fue  significativo, registrándose entre 1966 y 1970  un crecimiento neto del 70% en el número de cooperativas.

En esta etapa se crearon dos organizaciones de integración cooperativa de gran importancia: en 1964, el Instituto de Financiamiento Cooperativo, IFICOOP, y en 1969, la Confederación General de Cooperativas de Chile, CONFECOOP. Otras organizaciones y sociedades auxiliares surgidas fueron el INVICOOP (vivienda), en 1969, el Instituto de Auditoría Cooperativa, AUDICOOP, en 1970, y el mismo año, la Confederación Nacional de Federaciones de Cooperativas Campesinas, CAMPOCOOP.

Asimismo, el cooperativismo tuvo mucho eco en el ámbito universitario. La Universidad Católica crea, en 1965, el Instituto de Estudios Cooperativos, preámbulo del Centro de Estudios Cooperativos, CECUC. Por su parte, la Universidad de Chile, implementa en 1968 la carrera de Técnicos en Cooperativas, en la Facultad de Economía y Ciencias Administrativas.

 

Cristian Pérez Trujillo

Periodista, Licenciado en Comunicación Social, de la Universidad de La Serena. Nacido en Vicuña y criado en el Valle de Elqui. Amante de la tierra elquina, de los deportes y la cultura.

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