Elqui Opinión

Corredor Bioceánico e Integración: Una palanca para el desarrollo de la Región de Coquimbo

Por: Pablo Muñoz, Consejero Regional

Desde  siempre  la integración de un país con el vecino ha sido vista como una palanca de desarrollo, porque detrás de ello  existe una  diversidad de recursos y oportunidades que contribuyen al bienestar de la gente.

Si un territorio desarrolla sus  potencialidades en armonía con otro territorio,  la suma de ambos será  más que el doble, porque el proceso de integración permite que por un lado, los territorios se  potencien y también descubran  nuevos elementos que promuevan ese desarrollo, lo que incide positivamente en la calidad de vida de la gente de las regiones que se integran.

A inicios de la década de los noventa  se comienza a hablar de los “Corredores Bioceánicos” que sugerían la idea de conectar centros de producción con terminales portuarios.  En el caso particular del Corredor Bioceánico Central que integrará a la Región de Coquimbo  con las provincias de Argentina y estados de Brasil,  no puede verse únicamente como un camino, sino como la suma e interacción de los  territorios de regiones vecinas, con una historia en común y complementariedades socio-económicas, logísticas y productivas.

En las  últimas dos décadas,  autoridades políticas, han manifestado su voluntad de que Chile sea   una plataforma de servicios y de conectividad entre  América del Sur y  el Asia-Pacifico.  Nuestro país tiene las condiciones y la vocación para ser una plataforma de conectividad efectiva entre  dos regiones de clase mundial.

El corazón del Cono Sur de América, es una región destacada en la producción de alimentos,  la agro industria y la manufactura, mientras que  el Asia-Pacifico lo es desde el punto de vista de la producción como de la capacidad de consumo.

En tal sentido, el  trabajo que se realiza en  el marco del  Corredor Bioceánico, le da contenido a los conceptos de integración establecidos en los tratados y acuerdos suscritos por los gobiernos de Chile y Argentina, siendo nuestra máxima  aspiración  la integración de  América del Sur.

El Corredor Bioceánico Central presenta dos territorios  complementarios.  La región centro del Cono Sur, conocida como  “el granero del mundo”, produce una enorme cantidad de alimentos y  la Región de Coquimbo  por su parte, en el contexto de  su internacionalización, tiene la oportunidad de brindar los servicios necesarios para que esa potencialidad agrícola tenga una continuidad y  le de un   sentido a la  integración.

Podemos decir finalmente, que  el desarrollo territorial de esta complementariedad, será auspicioso para el desarrollo, el  bienestar y la calidad de vida de los habitantes de ambos territorios hermanos.

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